Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
LA CRONICA DEL PERU



Comentario

De la provincia de Andabailas y lo que se contiene en ella hasta llegar al valle de Xaquixaguana


Cuando yo entré en esta provincia era señor della un indio principal llamado Basco, y los naturales han por nombre chancas. Andan vestidos con mantas y camisetas de lana. Fueron en los tiempos pasados tan valientes (a lo que se dice) éstos, que no solamente ganaron tierras y señoríos, mas pudieron tanto que tuvieron cercada la ciudad del Cuzco, y se dieron grandes batallas entre los de la ciudad y ellos, hasta que por el valor de inga Yunpangue fueron vencidos; y también fue natural desta provincia el capitán Ancoallo, tan mentado en estas partes por su grande valor; del cual cuentan que, no pudiendo sufrir el ser mandado por los ingas y las tiranías de algunos de sus capitanes, después de haber hecho grandes cosas en la comarca de Tarama y Bombón, se metió en lo más adentro de las montañas y pobló riberas de un lago que está, a lo que también se dice, por bajo del río de Moyobamba. Preguntándoles yo a estos chancas qué sentían de sí propios y dónde tuvo principio su origen, cuentan otra niñería o novela como los de Jauja, y es que dicen que sus padres remanecieron y salieron por un palude pequeño, llamado Soclococha, desde donde conquistaron hasta llegar a una parte que nombran Chuquibamba, adonde lugero hicieron su asiento. Y pasados algunos años, contendieron con los quichúas, nación muy antigua y señores que eran desta provincia de Andabailas, la cual ganaron y quedaron por señores della hasta hoy. Al lago de donde salieron tenían por sagrado, y era su principal templo donde adoraban y sacrificaban. Usaron los entierros como los demás; y así, creían la inmortalidad del ánima, que ellos llaman xongon, que es también nombre de corazón. Metían con los señores que enterraban mujeres vivas y algún tesoro y ropa. Tenían sus días señalados, y aun deben agora tener, para solemnizar sus fiestas, y plazas hechas para sus bailes. Como en esta provincia ha estado a la continua clérigo industriando a los indios, se han vuelto algunos dellos cristianos, especialmente de los mozos. Ha tenido siempre sobre ella encomienda el capitán Diego Maldonado. Todos los más traen cabellos largos entranzados menudamente, puestos unos cordones de lana que les viene a caer por debajo de la barba. Las casas son de piedra. En el comedio de la provincia había grandes aposentos y depósitos para los señores. Antiguamente hubo muchos indios en esta provincia de Andabailas, y la guerra los ha apocado como a los demás deste reino. Es muy larga y poseen gran número de ganado doméstico, y en sus términos no tiene cuenta lo que hay montes. Y es bien bastecida de mantenimientos y dase trigo, y por los valles calientes hay muchos árboles de fruta. Aquí estuvimos muchos días con el presidente Gasca cuando iba a castigar la rebelión de Gonzalo Pizarro y fue mucho lo que estos indios pasaron y sirvieron con la importunidad de los españoles. Y este buen indio, señor deste valle, Guasco, entendía en este proveimiento con gran cuidado. Desta provincia de Andabailas (que los españoles comúnmente llaman Andaguailas) se llega al río de Abancay, que está nueva leguas más adelante hacia el Cuzco, y tiene este río sus padrones o pilares de piedra bien fuertes, adonde está puente, como en los demás ríos. Por donde éste pasa hacen las sierras un valle pequeño, adonde hay arboledas y se crían frutas y otros mantenimientos abundantemente. En este río fue donde el adelantado don Diego de Almagro desbarató y prendió al capitán Alonso de Albarado, general del gobernador don Francisco Pizarro, como diré en la guerra de las Salinas. No muy lejos deste río estaban aposentos y depósitos como los que había en los demás pueblos pequeños, y no de mucha importancia.